Hoy en día los profesores tienen a disposición muchas herramientas para enseñar un idioma extranjero y una novedad, sin lugar a dudas, son los recursos lingüísticos que se encuentran en CD-ROM y en Internet, o sea las llamadas “Nuevas Tecnologías”.
Los diccionarios son uno de los recursos más conocidos y más utilizados para aprender una nueva lengua. Éstos son libros que contienen las explicaciones del significado de los términos de un idioma, situados en orden alfabético o, en cambio, sus correspondencias en otra lengua.
Hasta hace poco tiempo se encontraban sólo los diccionarios de papel. Gracias al avance tecnológico, los diccionarios ahora tienen sus respectiva versión en CD-ROM que presenta los mismos contenidos, sólo que en este caso están en formato electrónico. Un ejemplo es el Gran Diccionario de la Lengua Español de Larousse.
Aún más difundidos son los diccionarios en Internet. Éstos tienen la ventaja de la rapidez de búsqueda y, además, gracias a la odierna presencia de Internet en casi todas las casas, todo el mundo puede consultarlos gratuitamente. Los diccionarios en Internet tienen también otra ventaja, o sea, la posibilidad de hacer búsquedas avanzadas y saltar de una palabra a otra. Todo eso gracias a los diccionarios que en línea se convierten en un grande sistema hipertextual. Uno de los diccionarios en línea más utilizado y conocido es el Diccionario General de la Lengua Española de Vox.
Los corpus sono otro recurso básico, útil para la enseñanza de las lenguas. Éstos son collecciones estructuradas de textos con transcripciones de lenguajes escritos y lenguajes hablados. La disciplina que se ocupa de los corpus es la “lingüística de corpus”. Existen corpus distintos según sus finalidades y las dimensiones de los textos que incorporan. Lo que cuenta es que los corpus contengan un conjunto de “etiquetas” descriptivas relaccionadas con los textos, así que se pueda entender bién las características morfológicas (género, número, modo, tiempo) y también sintácticas de cada término.
Los consorcios internacionales han indicado el formato SGML, del que deriva HTML, como el formato ideal para este recurso. El Corpus de Referencia del Español Actual de la Real Academia Española, que es uno de los más importantes, se encuentra en este formato.
Así como los diccionarios, los corpus también se pueden encontrar en CD-ROM y en Internet desde hace poco tiempo.
Lo que hace la diferencia es que hay menos corpus en CD-ROM respecto a los diccionarios pero, de verdad, cualquier CD-ROM con textos puede ser considerado un corpus, como por ejemplo los anuarios del periódico “El País” en CD-ROM.
Mucho más difundidos son los corpus en Internet. Uno de los más importantes es el CREA, o sea el corpus sincrónico de la Real Academia Española.
De todos modos, toda la red constituye un corpus gigante; eso porque, hoy en día, se han digitalizados muchísimos textos y éstos están disponibles en Internet para ser consultados. De esa manera, cada usuario puede elegir los textos a consultar, creando así un “corpus personalizado”.
Puesto que Internet contiene también archivos sonoros con entrevistas o programas de radios, se puede por lo tanto disponer además de corpus orales.
Los corpus son útiles no sólo para las concordancias, sino también para comprender mejor el contexto exacto en el que una palabra se utiliza y los términos que se encuentran más frecuentemente antes o después del término en cuestión.
En conclusión podemos afirmar que, sin lugar a dudas, Internet es una fuente inagotable de recursos para la enseñanza de las lenguas.
Además de los diccionarios y los corpus, se pueden mencionar: los correctores ortográficos, como él de la empresa Signum; las páginas que presentan las conjugación de los verbos, como en el sitio de la Real Academia Española; las listas de distribución (listas que envian a sus suscriptores noticias, novedades e informaciones a propósito del tema que tratan), como Infoling e Hispania; los foros de discusión (“lugar” donde los participantes debaten argumentos específicos), como Apuntes.
En síntesis, podemos afirmar que utilizando estas “Nuevas Tecnologías”, seguramente los profesores solicitarán sus alumnos a aprender. Eso a causa de dor razones: una mayor atración por las novedades y un interés mayor por los ordenadores, Internet y los recursos electrónicos.
Los diccionarios son uno de los recursos más conocidos y más utilizados para aprender una nueva lengua. Éstos son libros que contienen las explicaciones del significado de los términos de un idioma, situados en orden alfabético o, en cambio, sus correspondencias en otra lengua.
Hasta hace poco tiempo se encontraban sólo los diccionarios de papel. Gracias al avance tecnológico, los diccionarios ahora tienen sus respectiva versión en CD-ROM que presenta los mismos contenidos, sólo que en este caso están en formato electrónico. Un ejemplo es el Gran Diccionario de la Lengua Español de Larousse.
Aún más difundidos son los diccionarios en Internet. Éstos tienen la ventaja de la rapidez de búsqueda y, además, gracias a la odierna presencia de Internet en casi todas las casas, todo el mundo puede consultarlos gratuitamente. Los diccionarios en Internet tienen también otra ventaja, o sea, la posibilidad de hacer búsquedas avanzadas y saltar de una palabra a otra. Todo eso gracias a los diccionarios que en línea se convierten en un grande sistema hipertextual. Uno de los diccionarios en línea más utilizado y conocido es el Diccionario General de la Lengua Española de Vox.
Los corpus sono otro recurso básico, útil para la enseñanza de las lenguas. Éstos son collecciones estructuradas de textos con transcripciones de lenguajes escritos y lenguajes hablados. La disciplina que se ocupa de los corpus es la “lingüística de corpus”. Existen corpus distintos según sus finalidades y las dimensiones de los textos que incorporan. Lo que cuenta es que los corpus contengan un conjunto de “etiquetas” descriptivas relaccionadas con los textos, así que se pueda entender bién las características morfológicas (género, número, modo, tiempo) y también sintácticas de cada término.
Los consorcios internacionales han indicado el formato SGML, del que deriva HTML, como el formato ideal para este recurso. El Corpus de Referencia del Español Actual de la Real Academia Española, que es uno de los más importantes, se encuentra en este formato.
Así como los diccionarios, los corpus también se pueden encontrar en CD-ROM y en Internet desde hace poco tiempo.
Lo que hace la diferencia es que hay menos corpus en CD-ROM respecto a los diccionarios pero, de verdad, cualquier CD-ROM con textos puede ser considerado un corpus, como por ejemplo los anuarios del periódico “El País” en CD-ROM.
Mucho más difundidos son los corpus en Internet. Uno de los más importantes es el CREA, o sea el corpus sincrónico de la Real Academia Española.
De todos modos, toda la red constituye un corpus gigante; eso porque, hoy en día, se han digitalizados muchísimos textos y éstos están disponibles en Internet para ser consultados. De esa manera, cada usuario puede elegir los textos a consultar, creando así un “corpus personalizado”.
Puesto que Internet contiene también archivos sonoros con entrevistas o programas de radios, se puede por lo tanto disponer además de corpus orales.
Los corpus son útiles no sólo para las concordancias, sino también para comprender mejor el contexto exacto en el que una palabra se utiliza y los términos que se encuentran más frecuentemente antes o después del término en cuestión.
En conclusión podemos afirmar que, sin lugar a dudas, Internet es una fuente inagotable de recursos para la enseñanza de las lenguas.
Además de los diccionarios y los corpus, se pueden mencionar: los correctores ortográficos, como él de la empresa Signum; las páginas que presentan las conjugación de los verbos, como en el sitio de la Real Academia Española; las listas de distribución (listas que envian a sus suscriptores noticias, novedades e informaciones a propósito del tema que tratan), como Infoling e Hispania; los foros de discusión (“lugar” donde los participantes debaten argumentos específicos), como Apuntes.
En síntesis, podemos afirmar que utilizando estas “Nuevas Tecnologías”, seguramente los profesores solicitarán sus alumnos a aprender. Eso a causa de dor razones: una mayor atración por las novedades y un interés mayor por los ordenadores, Internet y los recursos electrónicos.
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